Vitoria, además de ser la capital del País Vasco, es una de las ciudades más verdes, limpias y respetuosas con el medio ambiente del país. Es una ciudad que invita a pasear. Es una ciudad muy señorita por sus elegantes fachadas y sus jardines tan bien cuidados. El casco antiguo es un conjunto medieval muy bien conservado que ha sabido mantener lo tradicional. La Catedral de Santa Maria es su icono.
No puedes perderte la Basílica de Armentia (templo románico del siglo X-XI), la plaza España y la Casa Consistorial, la Casa del Cordón, la plaza de la Virgen Blanca (patrona de la ciudad) el palacio de Villasuso (dónde quedan restos de la antigua muralla ), el Palacio Zulueta, la Plaza del Machete… no acabaría nunca.
RECOMENDACIONES
- El txikiteo es una costumbre del País Vasco que consiste en beber pequeñas dosis de vino (txikitos) o cerveza (zuritos) de pie con los amigos y cambiando de local. Te lo recomiendo que lo practiques al mismo tiempo que te regalas unos maravillosos pinchitos de acompañamiento si no quieres acabar cao a la primera.
- La gastronomía vasca es una cultura en el País Vasco. Alrededor de un mantel se arregla el país y tienes que aprovechar tu escapada a Vitoria. Los pescados como la merluza, el besugo, el bacalao o el bonito son productos estrella, aunque tampoco descartes un cordero asado o unas habas a la vitoriana si las ves en el menú.
CURIOSIDADES
- Uno de las características históricas más importantes de la ciudad es su fuero, en el que se declaraba a todos sus habitantes de una misma condición, sin nobles ni plebeyos.
- Es la ciudad europea con más zonas verdes consolidadas por habitantes, 42 m2 por habitante.
- La Catedral de Santa Maria sirvió de inspiración al escritor Ken Follet para su última novela, Un Mundo sin fin, continuación de su best-seller “Los pilares de la Tierra”. El famoso novelista tiene su propia estatua en la plaza Bullería.
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