Tengo un amigo que quiere abrir una agencia de viajes online especializada. Mientras escuchaba como explicaba con ilusión los detalles de su proyecto íbamos analizando el declive que ha sufrido el sector turístico en estos últimos años.
Durante “la época de esplendor” de finales de los 90 y desde 2002 hasta finales del 2008 se abrieron un sinfín de agencias de viaje. Si no me equivoco ya no es necesario de un título universitario para que te den una licencia de viajes, desde hace unos años puedes comprarla. La facilidad de trámites por un lado benefició la competitividad y la oferta para el gran público pero por otro lado fue contraproducente para el propio sector porque una ola de descuentos incoherentes invadió el mercado. Maletas, televisores, jamones… todo regalo era poco para atraer clientes. A mi no me salen las cuentas. Toda agencia de viajes tiene unos costes, si los beneficios que obtienes lo gastas en excesivos descuentos y en obsequios… no me cuadra. Entiendo que las agencias de grandes grupos o de grandes holdings se lo puedan permitir porque tienen un margen de error importante con un fondo detrás, pero las agencias pequeñas………. ¿?
Cuando llegó la crisis, las pequeñas y nuevas agencias fueron las primeras en cerrar. Siguieron otras más grandes y mayoristas de viajes que por una mala gestión no pudieron sobrevivir y dejaron deudas importantes arrastrando a más agencias a su paso… que también tuvieron que cerrar.
Han sido muchísimas agencias las que suspendieron su actividad.Pero la crisis no es la única causa. El factor internet hay que tenerlo también en cuenta. Cada vez son menores los productos rentables que se venden en los mostradores del local. Los clásicos viajes en autocar por Europa los compran los que no están habituados a viajar o son gente mayor que no quiere complicaciones; cualquiera puede comprarse unos billetes de avión por internet, reservarse un hotel y visitar Europa con una guía. El numero de mochileros crece de manera desproporcionada.
A pesar de todo esto, no todo es negativo, somos bastantes los afortunados que seguimos viviendo de esta profesión, que disfrutamos contactando con corresponsales de otros países y organizamos grandes viajes.
Me encanta ver como un amigo emprendedor se olvida de los contratiempos y lucha por sacar su proyecto adelante. Son gente como él, con ganas de trabajar y de esforzarse los que ayudaran a que la situación económica cambie y se estabilice un poco. Ojala los políticos y los bancos pudieran facilitar los trámites para hacer realidad las grandes ideas.