Escribir sobre Salzburgo es hacerlo sobre el más célebre de sus personajes: Mozart. La ciudad no se entiende sin seguir los pasos de la vida de su hijo predilecto y a lo largo y ancho de sus calles se oyen las notas de sus partituras.
Me parece una ciudad con mucho encanto porque ha sabido resguardar una harmonía entre la arquitectura de sus edificios y las calles de su casco antiguo barroco digna del titulo de Patrimonio Cultural de la Humanidad del cual puede presumir. Esta rodeada de montañas y muy cerca de la frontrera con Alemania.
Son de imprescindible visita la Mozartplatz en el corazón del casco antiguo, la Catedral, la abadía de San Pedro, la casa Natal de Mozart dónde podrás ver el violín con el que practicaba el músico o retratos familiares, la Residencia de los Arzobispos o la Fortaleza de Hohensalzburg (desde cuyas murallas podrás disfrutar una buena vista panorámica de la ciudad con sus campanarios, torres en forma de aguja y puentes ).
En Getreidegasse encontrarás la principal via comercial dónde poder comprar recuerdos y caprichos.
RECOMENDACIONES
- Existen varios restaurantes dónde degustar platos culinarios de época. Uno podría ser el Scio’s Specereyen en Sigmund Haffnergasse 16 con cocina típica de la época de Mozart . O si prefieres cenar con música en vivo con piezas de Mozart (como no…) y probar las recetas de la cocina austriaca del siglo IX puedes reservar mesa en el Mozart Dinner.
- Cada año se celebra a finales de Julio - primeros de Agosto el Festival de Salzburgo. Música y teatro llenan una programación de fama internacional.
CURIOSIDADES
La figura de Mozart es la principal fuente de ingresos de la ciudad. Podrás encontrar su huella en museos, plazas, restaurantes, bares, licores, chocolatinas….
El postre más famoso del país es el strudel, una especie pastel de frutas con pasas y canela. A mi no me gusta, pero te invito a que lo pruebes acompañado de cerveza (según dicen ellos…)
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