Desde la estación de Waverley de Edimburgo sale el Royal Scotsman hacia las tierras altas escocesas. Castillos, destilerias, pueblos con encanto y paisajes de leyenda. Este tren es otro de los muchos caprichos que sólo unos pocos se pueden permitir tanto por el numero de plazas disponibles cómo por el precio.
Sólo 36 viajeros pueden recostarse en uno de los sofás del coche observatorio y dejarse llevar. Las cabinas cuentan con baño completo, artículos de tocador, armario ropero, botón de llamada al personal de servicio, almohada y nórdico de plumas (aunque si lo quieres sin plumas lo puedes encargar… claro, no vaya a ser que seas alérgico !!!). El tren se detiene por las noches para facilitar el sueño a los clientes, aunque a mi entender el traqueteo del tren es el mejor amigo del sueño.
Su cocina goza de un codiciado prestigio gastronómico en todo el pais. Productos escoceses de calidad son servidos con esmero en las mesas del vagón restaurante: salmón, ternera Angus de Aberdeen, las mejores piezas de caza, así cómo una increible carta de vinos y whiskies.
Con itinerarios de entre 2 y 7 noches los precios oscilan entre los 2700 y los 7400 euros por persona en ese mismo orden.
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