Ese es el nuevo destino de mis vacaciones. En esta ocasión me apetecía conocer una ciudad a fondo y sin prisas. Lo hice con Estambul (una semana al completo) y la experiencia me encantó. No tenía ganas de hacer y deshacer maletas, organizar rutas aceleradas ni sumar kilómetros sin apenas tiempo para ver nada.

Esta vez tenía ganas de recrearme en una gran ciudad, visitar museos, pasear por su historia y comer lo típico. Será mi segunda vez en Paris. La primera me supo a poco y la percepción después de 20 años será muy diferente a la de hora.

El aliciente de viajar con mi hija de 6 años es un reto para mirar de despertar su interés por esta ciudad que tanto tiene que decir y que tanto nos enamora.

La Torre Eiffel, el crucero por el Sena, Museo del Louvre, Notre Dame y Montmatre son los básicos e imprescindibles a los que iremos añadiendo según el tiempo y el cansancio.

Sacré Couer, la Opera Garnier, el Centro Pompidou, el Parque de Asterix, la Cité des Enfants (un museo dónde los niños son los reyes y pueden experimentar y tocar según las edades), ver la casa de Monet en Givenchy y porque no un picnic en los Jardines de Luxembourg, o un paseo por las pequeñas tiendas del barrio de Batignolles.

No sé si me dará tiempo a todo y un poco más, pero tenemos muchas ganas.

¿Y dónde dormiremos? Hemos decidido alojarnos en un apartamento a través de

Only-Apartments; un apartamento con todo lo necesario para cocinar y establecerte como en la casa de uno mismo (dentro de lo que cabe claro).

Muchos propósitos, pero un viaje se sabe como se empieza pero no como acaba, verdad?. A través de la cuenta de Facebook. iré colgando también fotos y breves resumenes.

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