Hoy he leído un post muy interesante en el Diario del Viajero dónde comentaban que la próxima primavera, los visitantes que vayan al Vaticano podrán acceder a un nuevo sitio arqueológico descubierto justo bajo tierra.
Parece ser que es una especie de “pequeña Pompeya“ que se encuentra pasadas las tumbas que rodean a la de San Pedro, justo debajo de la Basílica. Es en ese trocito de suelo dónde han aparecio las tumbas.
En la Vía de la Posta hay un pasaje entre el aparcamiento y el nuevo edificio multifuncional de Santa Rosa. Al descender por esas escaleras, se llega a los restos que fueran encontrados en dos etapas: en 1956 una parte y en el 2003, durante las excavaciones para construir un nuevo garage la otra zona. Si bien han estado parcialmente abiertos al público, ahora se abrirá más acondicionado para las visitas.
“No es normal que haya necrópolis en el centro de Roma. Esta es la única de este tipo, para encontrar algo igual hay que ir a Ostia”, decía Paolo Liverani, miembro del equipo del Vaticano que participó en la restauración, refiriéndose al yacimiento situado en el antiguo puerto al oeste de la ciudad. Las excavaciones sacaron a la luz más de 40 mausoleos y cerca de 200 tumbas individuales colocadas en múltiples niveles, la mayoría bien conservadas y que datan de entre finales del siglo I a.C. y comienzos del siglo IV d.C. Las tumbas más simples incluyen altares funerarios con urnas de terracota que contienen las cenizas de quienes fueron incinerados, lámparas y agujeros que muestran dónde estaban colgadas las guirnaldas. Al lado de dos sepulcros de personas de la clase media romana, un “tabellarius” (cartero) y un “hortator” (entrenador de caballos en el circo), descansan los de los ciudadanos con más dinero, esculpidos con elegancia.
El suelo de uno de los mausoleos estaba decorado con un mosaico en blanco y negro, que aún se conserva, de un ebrio Dionisos, el dios del vino, en un viñedo sujetado por un joven sátiro.
Ya sabía que en toda Italia salen restos de la antigua historia a la mínima que excavan un poco, pero aún sabiendolo no deja de sorprenderme que sigan apareciendo nuevos restos.
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