Este es uno de los museos que más me gusta de Barcelona. Recuerdo que de pequeña mis padres me habían llevado al museo alguna vez y de corretear por entre los barcos expuestos junto con mi hermana; siempre le he tenido un cariño especial. El museo está instalado dentro de la fachada marítima de la ciudad, a los pies de la montaña de Montjuïc, entre las antiguas Atarazanas de la ciudad, dónde se construían y se mantenían los barcos. Las ocho naves que constituyen el edificio están levantados sobre la antigua ciudad medieval y es posible ver parte de los muros.
La muestra permanente del museo es un paseo por la historia y la tradición marinera catalana. Son muchos los barcos grandes y pequeños que puedes ver expuestos, pero sin duda la pieza estrella es la réplica de la Galera Real de Juan de Austria que la ciudad construyó en 1571 y que participaría en la Batalla de Lepanto. 
Hay también una zona del museo dedicado a la historia de la navegación en general dónde los niños pueden interactuar y los más mayores disfrutar con ellos.
La exposición de Vikings fue una excusa para visitarlo de nuevo. Esta propuesta abierta al público hasta el 28 septiembre permite dar una visión muy completa de la cultura de estos míticos guerreros. Entre objetos originales y reproducciones suman casi 500 piezas entre las que se encuentran armas, cascos, ropajes, joyas, elementos de labranza….. etc así como una copia a tamaño real del barco vikingo Gokstad
RECOMENDACIONES
- No pierdas detalle del gigantesco pueblo vikingo con muñequitos de Playmobil.
- En el patio del museo unos actores y artesanos disfrazados de vikingos completan una exposición que harán las delicias de los niños y no tan niños.
CURIOSIDADES
- Según esta exposición los cascos de los vikingos no llevaban cuernos…… Pues vaya, después de tanta película y tanta ficción….
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