Si hay un barrio en la ciudad de París que sobresale sobre el resto, con identidad propia, ese es Montmatre. Es y fue el barrio de los pintores, el más bohemio, con identidad propio y mucho encanto. Después de desayunar nos acercamos en metro hasta Pigalle y fuimos directos a visitar Sacre Couer,
Subimos tooooodas las escaleras hasta la iglesia. Error !! Porque cuando mi hija vio el funicular que subía la cuesta tuvimos que bajar para volver a subir … (de vez en cuando hay que claudicar ).

Si vas a primera hora tienes más posibilidades de sacar una buena panorámica de la ciudad, siempre debe estar lleno de gente. Las vistas son espectaculares.
La iglesia es muy bonita tanto por dentro como por fuera y puedes entrar a verla. Es gratuito.

Desde allí fuimos caminando hasta la Place du Tertre, en lo alto de la colina. Las calles que rodean la plaza está llena de restaurantes, cafés y pintores que te asaltan a pie de calle para hacerte un retrato alucinante con tres pinceladas. Mientras vas paseando encontrarás un sinfín de rincones que querrás fotografiar como la calle adoquinada de Chevalier de la Barre, la viña de Montmatre al lado de Lapin Agile (dicen que es el cabaret más antiguo de Paris), las casas de la calle de l’Abrevoir, La Villa Leandre. Inolvidable ! Te gustará y querrás volver.

El Moulin Rouge es otro de los iconos de Montmatre, tantas veces inmortalizado por el pintor Toulouse-Latrec.

RECOMENDACIONES

• Si tienes tiempo, acércate al **cementerio de Montmatre.**Son muchísimos los personajes famosos entre pintores, arquitectos, compositores, nobleza, escritores y cantantes allí enterrados.

CURIOSIDADES

• El barrio de Montmatre había sido una población independiente hasta que en 1860 la absorbió la ciudad de Paris. A finales del siglo XIX mientras que una parte de la población etiquetaba Montmatre con muy mala fama porque todos los cabarets y burdeles de la se concentraba allí, otra parte de la población, lo consideraba un lugar encantador y muy vivo consecuencia del cual fue reclamo de artistas y pintores. Ahora mientras escribo, me estoy acordando de la película Moulin Rouge dónde un joven escritor interpretado por el guapísimo Ewan McGregor se muda a MOntmatre con su máquina de escribir en un apartamento desangelado buscando la inspiración.