Lisboa es una de aquellas ciudades que gracias a su discreción y la sencillez de sus gentes sorprenden gratamente al turista que decide visitarla. No es de las capitales punteras en cuanto a turismo europeo se refiere y eso le ha permitido conservar el encanto fuera de las masificaciones.
Es una ciudad que engancha y la calidez de sus habitantes tienen buena parte de culpa. Por sus calles se respira cierta nostalgia al pasado y conserva recuerdos de un pasado marinero. El laberinto de callejuelas del barrio de Alfama y del Barrio Baixa son un ejemplo, con edificios pintorescos, plazas, castillos y mercados. Son visitas obligadas también el Barrio Chiado y Alto (zonas más señoriales y clásicos ), el Monasterio de los Jeronimos y la Torre de Belem (ambas de estilo manuelino), el Museo del Fado y el Museo Calouste Gulbenkian (con una importante colección de obras de arte de todo el mundo)
RECOMENDACIONES
Aunque no es una lengua oficial, el portuñol está muy extendido. Si hablas español, te podrás entender con los portugueses a través de una mezcla de palabras a camino entre los dos idiomas.- El mejor medio de transporte por el centro de Lisboa es el tranvía. Hay un bono de viaje llamado Tarjeta 7 colinas con el cual salen los trayectos a mitad de precio que si compras el billete en la misma taquilla. Lo encontrarás a la venta en los kioscos amarillos de la empresa Carris, en metro o en correos.
- Lleva calzado cómodo. Si quieres conocer los barrios antiguos de la ciudad y su casco histórico tendrás que caminar por calles empedradas, así como subir y bajar muchas cuestas.
- Cuando vayas a cenar ten cuidado con los platos de tapas que te ponen sobre la mesa. No son gratuitos como se puede pensar en el momento en que te lo sirven con la bebida sin haberlo pedido previamente.
CURIOSIDADES
En 1755, Lisboa fue victima de un brutal terremoto que destruyó practicamente la ciudad entera y en el que murieron entre 60.000 y 100.000 personas. Este suceso marcó el nacimiento de la sismologia moderna.- El fado es el canto tradicional de la voz portuguesa. Una única voz melódica expresa los malos momentos de la vida entre pena, lamentos, melancolía y nostalgia.
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