Es un hotel de 4* el cual han reformado recientemente y han conseguido dar un gran impulso, aunque lejos queda de ser el lujo que parece en su página web. Situado en el SouthBeach de Miami , es una muy buena opción para descansar cerca de la playa y bien comunicado. Está justo al lado de Lincoln Road, lleno de tiendas y comercios.
Tal vez , cuando tú lo visites, esté acabado de renovar, pero quedaban detalles por pulir cuando yo estuve, como por ejemplo los suelos de la entrada, demasiado desgastados; o los pasillos muy oscuros, apenas sin luz , algunas piezas del mobiliario de las habitaciones… etc
En general, las zonas comunes y las habitaciones me gustaron mucho. El blanco predomina en el mobiliario, y los pocos detalles de color repartidos por el hotel (unos cojines grises en el restaurante, o un sofá verde en la sala de juegos) consiguen resaltar y dar mucha vida y luz a las salas.
Con un estilo minimalista y muy moderno, las habitaciones son amplias y disponen de cocina-office, nevera, microondas (un poco viejo, todo hay que decirlo) y TV de plasma.
El hotel cuenta con un restaurante, una piscina con una terraza que tiene acceso a la playa y servicio de spa.
RECOMENDACIONES
- Tienen una colección de fotos en blanco y negro muy interesante.
CURIOSIDADES
- South Beach es el distrito del Art Deco . Existen tours guiados en los cuales te muestran los edificios más importantes de este estilo que han resurgido de una demolición segura.
INFORMACIÓN ADICIONAL