El hotel se encuentra en pleno centro de Cesky Krumlov, al lado de uno de los meandros con el que rodea el río Moldava a la ciudad. No es difícil llegar, pero si te pierdes, con sólo mencionar el hotel, algún habitante amable te podrá llevar hasta allí.
Tiene 4 estrellas y creo que es la mejor opción del lugar (el resto de hoteles en su gran mayoría son pensiones).
Sólo tiene 22 habitaciones, es pequeñito pero muy acogedor. Aunque las ropas con que visten las habitaciones son un poco rococós y los cortinajes un poco pesados, hay que decir que son muy cómodas, están limpísimas y la moqueta impecable. Los lavabos en cambio son de un estilo mucho más moderno, grandes, espaciosos e igualmente limpios.
Los desayunos constan de un buffet y una señora de lo más amable, te ofrecerá la posibilidad de hacerte huevos en diferentes versiones (siempre y cuando te entiendas con ella, claro).
Lo mejor: las preciosas vistas que tendrás desde la habitación del castillo, el rio, el puente y la rueda de agua…. como en un cuento.
RECOMENDACIONES
- Hay habitaciones que no tienen aire acondicionado (el clima de la zona permite este tipo de lujos porque por la noche refresca). Sólo con abrir las ventanas ya tienes suficiente para que corra un poquito el aire. Se está bien. El único inconveniente es que puede ser que el ruido de los coches cruzando el puente te moleste. En invierno ese problema no lo tendrás ( o al menos yo no me enteré.)
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