Desde que las aguas del Caribe se convirtieron en uno de los destinos estrella de las vacaciones, la oferta hotelera ha crecido a pasos agigantados en la Riviera Maya. Hoy en día tienes muchisima variedad, estilos y precios entre los que escoger.
El hotel Barceló Maya Beach fue el que yo elegí. No es de los más espectaculares, ni tampoco de los más caros, pero a mi me encantó. Después de un viaje muy intenso y cansado por Guatemala, me apetecía mucho descansar unos días y no hacer NADA. Sé que más de cinco días en un hotel de este tipo me hubiera aburrido, pero el tiempo que duró mi estancia fue estupendo.
El hotel tiene un teatro con espectáculos cada noche, discoteca, varios restaurantes, dos piscinas gigantes, un bar flotante (de esos en los que puedes tomarte un daiquiri dentro del agua), hamacas, playa privada, tiendas, gimnasio, jacuzzi, pistas de tennis, billar, equipo para deportes acuaticos … y todo tipo de servicios para que no tengas que salir del recinto.
El régimen alimenticio es TODO INCLUIDO (y digo TODO, porque no pagas ni las bebidas). Las habitaciones del hotel son muy grandes y cómodas. Lo mejor son las “figuritas” que hacen las camareras de las habitaciones retorciendo las toallas y que te dejarán encima de la cama cada dia.
RECOMENDACIONES
- Si tienes pensado dar un paseo por la playa y hace poco que ha llovido, no olvides el repelente de mosquitos.
- Puedes aprovechar tu estancia para visitar Chichen Itzá , Tulum o Cozumel .
CURIOSIDADES
- El Banana Split es un coctel suave, cremoso y dulce. Es una de las bebidas estrella del hotel. Lleva ron blanco, banana en rodajas y un poquito de licor de dulce de leche. Todos estos ingredientes son licuados para que adquieran la consistencia deseada y se sirve en una copa. La bebida, aconsejada al sexo femenino, se decora con una rodaja de plátano y una frutilla.
INFORMACIÓN ADICIONAL