El estrecho de Messina que separa Sicilia del resto de Italia ha hecho de frontera natural de esta isla tan carismática, llena de secretos y puritanismo religioso.

La geografía de la isla viene marcada por un volcán en continua erupción, el Etna, y un sinfín de pueblos pesqueros con playas de arena pedregosa y otras de arena fina (Cefalú, Giardini Naxos y Taormina….).

En su interior, templos griegos y romanos escondidos y solitarios en medio de la nada que harán las delicias de los que buscamos la fotografía sin turistas paseándose entre las ruinas (Agrigento, Segesta, Selinunte…). Pero para mi lo más impactante es el caos de las ciudades más importantes (Palermo, Catania, Messina…), la vida que se respira en ellas. Es como sumergirse en una película de los años 50 cuando Marcelo Mastroiani y Sofia Loren rodaban aquellas míticas escenas.

RECOMENDACIONES

• La mejor manera de recorrer la isla es con coche de alquiler, pero antes de ponerte al volante hazte un buen seguro. No hay código de circulación que valga, cada uno conduce como quiere y es muy muy muy estresante.
• Sólo hay un tramo de autopista en toda la isla dónde tienes que pagar peaje. Es el tramo que va de Messina a Catania. Mi consejo? Paga, sin dudarlo. La alternativa es conducir por un camino de cabras al borde de un barranco y encima de doble sentido….. !! terrorífico!!
• Si vas a visitar el Etna, llévate un buen jersey aunque vayas en verano. La temperatura y los fuertes vientos no tiene nada que ver con el clima a nivel del mar.

CURIOSIDADES- Si te mueve el deseo de visitar Corleone, no esperes revivir la película en directo. Es un poco decepcionante. Mucho más auténtico en mi caso fue visitar Erice, que sin ser un lugar de referencia en la historia de la mafia siciliana, el silencio y las puertas que se cerraban detrás nuestro mientras paseabamos por sus desérticas calles, y la arquitectura medieval evocaban ese misterio tan ansiado.

INFORMACIÓN ADICIONAL- La Sicilia