Cuando decides a dónde ir de viaje son muchos los filtros que utilizas para fijarte en el destino final. Interés cultural y recursos turísticos del país, duración del viaje, presupuesto, medio de transporte, climatología…. pero en la mayoría de los casos el tema de la comida no es uno de ellos, ¿me equivoco? Siempre pensamos en la gastronomía típica del lugar a posteriori, no suele ser un condicionante. Como mucho buscamos información una vez ya tenemos todos los puntos clave del viaje cerrados.

No obstante, la gastronomía de un país puede “amargarte” el viaje hasta cierto punto o bien enriquecerlo. En mi caso puedo poner varios ejemplos. Por el lado negativo: la India. El país es maravilloso, eso no lo cuestiono. Pero no soporte el picante en ninguna de sus versiones. Ni mucho ni poco. Cero. Esto hizo, junto con el bochorno, la humedad y el entorno de miseria, que mi viaje a la India a base de arroz hervido y plátanos complicara un poco mi estado de salud y mi estado anímico. Han tenido que transcurrir varios años antes de pensar en regresar y hacer la parte del sur de la India (cuando pueda)

Otro ejemplo negativo fue Escocia. Muy bonitos los paisajes pero tienen un serio problema con la gastronomía (mantequillas, más mantequillas, sofritos súper harinados…. ) Está claro, que durante un viaje de 10 ó 15 días es imposible probar todos los platos típicos del lugar y seguro que dependiendo de la región del país los estilos culinarios son muy distintos. Por esta razón las valoraciones que hago son a nivel personal y desde una perspectiva del turista. También soy consciente de que procedo de un país cuyo prestigio culinario es indiscutible y de que no sería justo comparar.

En el caso opuesto está por ejemplo Vietnam. Si tuviera que escoger un país en el que haya comido más a gusto y de todo pondría a Vietnam en el top seguido de Tailandia, Grecia o Marruecos. Independientemente de que se lo comen absolutamente todo, tienen una cocina con una gran variedad de verduras cocinadas (evito siempre los crudos), los mariscos, pescados y frutas sabrosas que hacen del viaje una delicia. Su cocina tampoco abusa de los picantes ni aliños.

En fin, estoy segura de que por mucho o poco que disfrutes comiendo, la experiencia gastronómica vivida es un condicionante muy importante que influirá en el momento de valorar el global del viaje.

Me gustaría mucho saber tu opinión y que me explicarás tus experiencias buenas y malas alrededor de este tema. Seguro que tienes muchos que contar.