Las nuevas tendencias promueven la inauguración en las metrópolis de pequeños hoteles boutique con un numero reducido de habitaciones y un gusto exquisito en la decoración ya sea clásica o vanguardista.
San Petersburgo no se queda atrás y los mini**-hoteles** han invadido la ciudad. Suelen situarse en los alrededores del centro histórico, con precios más asequibles pero sin abandonar los servicios ni los requisitos de un hotel. Este es el caso del Casa Leto,en pleno centro histórico, muy cerquita del Museo Ermitage. Es un 4 estrellas, pero yo lo dejaría en 3.
Inaugurado en 2005 tiene 5 habitaciones cada una de ellas diferente a las otras.Son grandes y amplias, techos altos, y mucha luz natural. Normalmente el desayuno está incluido, y aunque el buffet no es muy variado, es suficiente.
El servicio es encantador y con tan pocas habitaciones hazte a la idea de que están a tu entera diposición. Te pueden conseguir desde unas entradas para la opera como una visita guiada. Hablan inglés y se defienden con el francés, pero español… nada.
RECOMENDACIONES
- No dejes de visitar Ermitage Museo, el museo más importante de toda Rusia. Pinturas impresionistas, grandes clásicos, piezas arqueológicas extraídas de medio mundo, joyas procedentes de los saqueos de la expansión rusa y decoración zarista de los palacios son algunos de los elementos artísticos expuestos en el museo.
CURIOSIDADES
- En Rusia, además del nombre y del apellido, todas las personas tienen un “patronomico” , un segundo nombre que convierte al primero en compuesto. Se deriva del nombre del padre. En general se añade el sufijo :-ovich o -evich a los hombres y -ovna o -evna en las mujeres al nombre del padre. De esta manera si el padre se llama Mijail Ivanov, la hija se llamará Anna Mijailevna Ivanovna o el hijo Vladimir Mijailevich Ivanovich.
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