El comparador de precios Trivago ha dado a conocer la lista de los 10 mejores Paradores de 2012 basándose en el resultado de las encuestas hechas a sus usuarios. Este es el resultado
- Parador de Santiago de Compostela, A Coruña, situado en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, este Parador nació como Hospital Real en 1499 para albergar a los peregrinos del Camino de Santiago. Se considera el hotel más antiguo del mundo, y la decoración de sus habitaciones transporta a épocas pasadas. El buen trato recibido y la situación inmejorable del Parador, han hecho que, un año más, vuelva a ser el Parador mejor valorado de España.
- Parador de Plasencia, Cáceres , sus huéspedes dicen de este parador que es ideal para descansar porque está en el centro de la localidad y cuenta con una piscina de la que disfrutar en verano. Es un antiguo convento del siglo XV, y se pueden observar muchos detalles de su estructura original. La piedra está presente en todos los rincones, y algunos de los lugares más impresionantes de su interior son su hall, con una gran escalera, y su Bar de Noche, situado en la antigua bodega del convento.
- Parador de Cruz de Tejeda, Gran Canaria se encuentra a 1560 metros de altitud sobre el nivel del mar, en el centro geográfico de la isla de Gran Canaria. Sus vistas sobre los barrancos y los acantilados impresionan. Los viajeros destacan la naturaleza que lo rodea y su oferta gastronómica.
- Parador de La Granja, Segovia Los usuarios lo describen como un establecimiento bonito en el que sentirse como en un palacio, y no es para menos, ya que se sitúa dentro del Real Sitio de La Granja, en la Casa de los Infantes, construida en el siglo XVIII por Carlos III. Su cuidada y actual decoración, en tonos beige, verdosos y anaranjados, llena de elegancia sus habitaciones, todas ellas únicas. Su restaurante ‘Puerta de la Reina’, elabora platos típicos como los judiones o el sabroso cochinillo.
- Parador de Cáceres, Cáceres ubicado en el centro histórico de Cáceres, en los palacios de los Marqueses de Torreorgaz y la Casa de Ovando Mogollón, Perero y Paredes, del siglo XIV. Cuenta con amplias habitaciones, cada una con una decoración distinta, aunque todas ellas siguen una línea muy actual. Es un Parador concienciado con el medio ambiente, y está equipado con bombillas de bajo consumo y sistemas para el control de la climatización.
- Parador de Monforte de Lemos, Lugo El antiguo monasterio benedictino del siglo XVII y el Palacio de los Condes de Lemos, construidos en el Conjunto Monumental de San Vicente do Pino, albergan hoy día el Parador de Monforte de Lemos. En lo alto de la colina de San Vicente se divisa toda la localidad. Se pueden realizar excursiones en barco por el río Sil o visitar el Centro del Vino y las bodegas de la Ribera Sacra.
- Parador de Vilalba, Lugo Construido en torno al torreón de lo que fue la fortaleza de los señores de Andrade, Condes de Vilalba, este Parador es un lugar en el que remontarse a la época medieval. En el torreón puede visitarse el Salón de los Andrade, ahora sala de lectura, y se ubican algunas de las habitaciones, decoradas con muebles de madera, camas con dosel, pinturas murales y escudos de armas, recordando el pasado de este lugar. El resto de habitaciones y servicios del Parador de Vilalba se ubican en un edificio nuevo, concebido a imagen y semejanza de los tradicionales pazos gallegos.
- Parador de Alarcón, Cuenca Su cuidada decoración se funde con las paredes de piedra de esta fortaleza del siglo VIII, testigo de la historia de la región. La situación del Parador permite tener unas vistas espectaculares y realizar actividades de todo tipo, desde visitar la localidad de Alarcón hasta practicar la pesca y deportes de agua en su embalse.
- Parador de La Gomera, Tenerife El edificio, de arquitectura típica canaria, está rodeado por un jardín de especies subtropicales. Se puede combinar la estancia con una ruta teatralizada por la capital de la isla, y no puede faltar un baño en su piscina, con el océano de fondo.
- Parador de Jaén, Jaén Ubicado en una fortaleza árabe del siglo XIII, el Parador vigila la ciudad desde lo alto del Cerro de Santa Catalina. Uno de sus puntos fuertes es el restaurante, de marcado carácter árabe y con unos preciosos arcos cruzados a 20 metros de altura, donde se puede degustar el típico ajo blanco, la pipirrana o la terrina de perdiz.
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